Lo que llevamos de Mundial... (I)

Bueno, mi intención antes de que comenzara el Mundial era presentar uno por uno los grupos y hacer una valoración previa al inicio de la competición de lo que a mi juicio es más destacable. Los problemas con mi PC, afortunadamente ya resueltos, han dejado esta idea desfasada, así que lo más lógico parece en estos momentos hacer un resumen de lo que ya se ha visto y adelantar parte de lo que todavía está por ver.

En el grupo A, Alemania se impuso en el partido inaugural a Costa Rica por 4 goles a 2. Muy prometedor arranque de Mundial, con un juego muy vistoso y descaradamente ofensivo por parte de ambas selecciones, por lo menos en los primeros compases de juego. El primer tanto del partido fue obra de Phillip Lahm, que después de marcharse de dos defensores colocó la pelota en la misma escuadra. Wanchope se encargó de nivelar la contienda para los costarricenses, y apenas cinco minutos después, Klose antoaba el primero de su cuenta goleadora para poner por delante a los anfitriones. El segundo tanto de Klose en el minuto 61 fue respondido por Wanchope, el otro bigoleador del encuentro, apenas diez minutos después. Pero los costarricenses ya no fueron capaces de materializar el empate, y Alemania obtuvo el 4-2 definitivo a tres minutos del final del tiempo reglamentario por mediación de Frings.

Ecuador dió la primera de las sorpresas del torneo al imponerse por dos goles a cero a Polonia. En verdad, visto el partido, no es tal la sorpresa pues la tricolor estuvo mejor plantada sobre el terreno de juego que el conjunto polaco. La sorpresa viene del mal nivel de juego exhibido por los de Pavel Janas. Las críticas desde su país no se han hecho esperar. La relación del seleccionador con los medios es mala, por no decir inexistente, y en Polonia muchos esperaban cualquier pinchazo para lanzarse al cuello del entrenador y culparle de todos los males del mundo. Volviendo al partido, la tri juegó un partido serio. Carlos Tenorio y el "Tin" Delgado anotaron los goles de un conjunto que se aferra a la idea del "sí se puede" para lanzarse de cabeza a los octavos de final.